By Pollito Muy Chic
Quien quiera que inventara o trajera a España el concepto de «Street Market», dio en el clavo: si a la fórmula clásica del mercado de abastos le mezclamos el gusto tan español de echarse a la calle y de dejarse ver con nuestra espléndida gastronomía, el resultado es un éxito rotundo.
Precedidos por el de San Miguel, estos mercados han funcionado estupendamente y han sido un plus para Madrid. Los fracasos han sido excepcionales, quizá porque la localización céntrica – en el sentido más estricto- es un requisito sine qua non. El último en abrir es el Mercado de San Ildefonso, y aunque sigue la misma fórmula, proclaman que no es un no mercado más, y estamos de acuerdo.
Su situación lo convierte en el mercado más atractivo para el público más joven, alejándolo del excesivo turismo, que, por temporadas, hace impracticable el hasta ahora líder Mercado de San Miguel, plagado de visitantes y guiris llevados hasta allí por las guías y dentro de sus paquetes turísticos, aprovechando su proximidad a la Plaza Mayor.
Su configuración más recogida lo diferencia claramente del Mercado de San Antón, en Chueca, y sus puestos, más pequeños, están pensados para la degustación in situ y no para la compra, aunque sea gourmet. Aunque también podemos comprar y llevar a casa, será en este caso más bien comida para llevar, que aquí se presenta cortada, en ensaladas, o en platos preparados para compartir.
C/Fuencarral, 57
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