Luzi Bombón  +34 917 02 27 36

Paseo de la Castellana 35 (entrada por Rafael Calvo) <m> Rubén Darío 

Madrid, Madrid provincia, España

‘me encanta, uno de mis favoritos’

 

Tras haber ido varias veces desde que abrieron, lo primero y más notable de Luzi Bombón es que no hay chicas del montón…

Es uno de estos sitios que te impactan positivamente al entrar, y se ve que estos del grupo Tragaluz se toman muy en serio lo del diseño y lo consiguen tanto aquí como en El Tomate (aunque entre sí sean sitios muy diferentes). Es un local bonito, amplio, de cortes algo minimalistas como pudiera ser un japonés, decorado en maderas claras y oscuras y con blanco, dando sensación de amplitud, orden y limpieza. Tiene una de las paredes decoradas con “utensilios” como si fuera un tapiz (tijeras, madejas de hilos, platos, celofán, bombillas, especias tipo palos de canela…). Una estética súper moderna y en la que es fácil sentirse a gusto, Está siempre lleno, y reservar para cenar no es fácil.

Es también muy polivalente: te vale para cenar o comer con tu pareja, pero también es perfecto, por ejemplo, para ir dos amigas a la barra. Un ambiente extra pijo. La carta te la sirven en un atril de madera. Tienen ostras, arroces al carbón para dos y cocina a la brasa. También tienen entrantes más económicos como las papas arrugás al chimichurri y algún otro plato enrollado y low cost para las incursiones de amigas féminas que van a petardear sin querer gastar mucho dinero. Precios en función de lo que se pida, pero a poco que pidas unas ostras o algo que no sean patatas ya te pones fácilmente en los 50 euros por persona.

Volviendo a las chicas que no son del montón –se entiende que hablo en clave de broma-, es verdad que ha llamado la atención el ser un sitio muy del gusto de señoras mayores y elegantonas, si bien, en mi experiencia y hablando de la última vez que fui hace un par de meses a cenar, el ambiente era fundamentalmente de entre 30 y 45 años.

Respecto a esta última experiencia, quedé enamorada del sitio:  no sólo se ha mantenido en la cima del éxito, sino que ahora me gusta aún más. El ambiente del local es impresionante: lleno hasta arriba, con gente de con megabuena pinta. En este sentido, creo que no tiene nada que enviar a Ten con Ten, if you know what I mean.

El servicio es impecable, y se ve que lo tienen todo muy estudiado. Aunque la carta no la han cambiado, imagino que la mantienen porque es una fórmula que funciona: arroces para comer, y carnes y pescados para cenar, hecho al carbón. No puedo hablar sino bien de la comida, hecha en el punto exacto pedido por cada comensal, encargada a un camarero que tomaba nota mentalmente, sin comandero y sin fallar jamás. Aún no me lo explico y me pregunto si usará algún tipo de técnicas mnemónicas.

Todo bien. Mejor dicho, perfecto. Si se quiere acertar… Luzi bombón!

 

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