HOTEL DOS MARES EN TARIFA: PERFECTO PARA TODA LA FAMILIA

Patricia Peyró @madridmuychic

Ya sé que Cádiz no es Madrid, pero muchos madrileños van allí, enamorados de sus playas, y muy especialmente de las de Tarifa y Zahara de los atunes. Yo soy una de ellas.

El Hotel Dos Mares es, sino el mejor hotel de Tarifa, sí el más bonito. Su estética me resulta muy mexicana por sus colores y por los cactus y palmeras.

Al menos es el mejor en el que quedarse si se practican deportes acuáticos, porque se encuentra en la misma playa de Los Lances y, por tanto, lo permite, pero a la vez tiene unas instalaciones muy buenas y piscina, donde uno puede resguardarse del viento los días buenos para el deporte y malos para la playa. Ideal para parejas en las que uno es deportista y el otro no. También es ideal para familias, porque los niños no aguantan el viento, y pueden estar en la piscina. El problema que tiene Tarifa es que muchos de los hoteles no aceptan niños. Por ejemplo, su restaurante hermano, el Hotel Tres Mares, situado enfrente de Valdevaqueros, también tiene piscina -e incluso se puede pagar la entrada si no estás alojado-, pero no dejan entrar a los niños.

El hotel tiene picadero y pistas de tenis, además de su propia escuela de kite y de windsurf. Para pernoctar hay que reservar con bastante tiempo y asegurarse de que te dan una buena habitación, porque la diferencia de calidad entre unas y otras es abismal. Tienen unas casetas en el exterior del hotel, algunas de madera y otras tipo caracolas, pero están demasiado cerca de las cuadras como para estar uno a gusto, y hablo con conocimiento de causa.

Es un hotel súper solicitado al que quiere ir todo el mundo, y el personal ya tiene las mejores habitaciones reservadas con muchísima antelación, generalmente a clientes ya conocidos que repiten todos los años. Este año hemos estado varios días en una de las suites familiares, y hemos estado de maravilla: un espacio grande, bonito y con dos habitaciones, y en una línea de decoración afín al hotel, con un cierto rusticismo que le da autenticidad y encanto.

la foto 2 copia — Típico escenario playero con cometas

El personal cumple con todo el estereotipo andaluz: simpáticos a rabiar, con una naturalidad y alegría que sólo se ve en Andalucía, y sin mermar el servicio, que es muy profesional, al menos el fijo que está ahí todos los años. Por ejemplo, si pides una paella para las tres y media te la tienen a las tres y media en punto. Cuenta con un chiringuito muy bien puesto abierto todo el año, y a partir de julio ya abren también el restaurante arrancando la temporada alta.

En ambos sitios se come muy bien, y tiene una carta amplia y con la suficiente variedad como para poder comer allí todos los días sin cansarte: típica comida de verano sin pretensiones y a un precio razonable, siendo muy destacables los arroces, que salen «como churros» porque realmente lo valen. Los desayunos son tipo buffet y correctos.