Desde que abriera hace tres meses, Tiradito ve crecer su éxito cada día desde su esquina de Conde Duque, en una actitud sin prisa pero sin pausa, y dejando que sea el «boca-oreja» el que haga el trabajo de convertirlo en uno de los restaurantes peruanos de elección. Y es que, con su cocina en la que fusiona lo criollo peruano con una cocina chifa y nikkei, ha sabido conquistar el corazón de los madrileños, y ha caído bien desde el principio a todos los públicos.
Buena parte del que está siendo un éxito «previamente anunciado» del local se debe a la participación en el proyecto de cocina de un chef con la experiencia y reputación internacional de Jaime Pesaque, asesor de otros cinco restaurantes repartidos por la vasta geografía americana, situados en Miami, Nueva York y Cuzco, entre otras ciudades.
Comentadas las características del local, vayamos al grano: -«¿Qué tal la comida?» -«Pues estupenda!»- te diré. En Tiradito encontrarás todos los platos peruanos que esperas encontrar: causas, tiraditos, anticuchos, ceviches, ají de gallina… Pero, además, tienen una oferta de menús a muy buen precio en los que degustar los platos de la carta: uno de 25 y otro de 40 euros, respectivamente, piscos incluidos.
Con ocasión del Gastrofestival de febrero nos decantamos por el «menú gourmet», no porque fuera mucho mejor que el «menú tiradito», que lo mejoraba en la relación calidad-precio, sino porque el «menú tiradito» incluía los anticuchos de corazón, que aún nos producen cierta aprensión, y el ají de gallina, que nos encanta pero que nos parecía quizá «too much» para cenar. No sabíamos lo que nos esperaba con el «menú gourmet»: ¡comer como si no hubiera un mañana!
Muchas gracias por la entrada!
Felices que esté gustando tanto a todos los que vienen ;))
Volveremos, volveremos por allí!
Se me hace la boca agua!! Ahora mismo me comería 1 tiradito Nikkei para mi sola (nada de compartir!), un arroz de pato y 3 piscos!!
Pues harás muy bien en ir! Y cuéntanoslo después 🙂
A mí también me encanta la comida peruana! Este apuntado en los «to dos»