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Dicen que no hay mujeres feas, sino mal arregladas, y esto se aplica muy especialmente al maquillaje. Si vas bien pintada ofrecerás una imagen cuidada de ti misma, disimulando tus defectos y resultando más atractiva de cara a los demás: recordemos que la gente, por definición, se siente atraída por las personas que más se cuidan a sí mismas, entre otras cosas porque reflejan una buena autoestima.
Los errores en el maquillaje, por exceso o por defecto, producirán un efecto antiestético contrario al que buscamos. Lo primero, primerísimo, será dar con el tono que más convenga a nuestra piel, para no parecer ni naranjito, ni de la familia Adams, ni convertirnos en mulatas de un día para otro.
La facialista Claudia di Paolo, desde su centro en la calle Jorge Juan 39, nos da las claves para escoger el tono ideal:
Color de piel
“Parece una tontería, pero ser realista con el verdadero color de piel que se tiene es importante. Para pieles blancas lo más recomendable son los tonos rosados, mientras que para una piel morena los dorados son la mejor opción”.
Un tono menos
“Las normas de maquillaje nos dan una pauta a seguir. Guiándote por el verdadero color de tu piel, elige una base un tono más claro, aunque contradiga la costumbre española de autobroncearse a punta de brocha”.
Rubias, morenas o castañas o pelirrojas
“No todas pueden llevar el mismo tono de maquillaje. Además de la piel, el cabello también nos puede indicar qué tonalidad escoger para vernos mejor. Así, las rubias o pelirrojas siempre deben optar por gamas más claras que las morenas”.
Para la prueba
“Es fundamental que cuando vayamos a probar un maquillaje lo hagamos siempre con el rostro limpio. De este modo veremos cómo queda realmente sobre la piel y no sobre la capa de maquillaje aplicada anteriormente”.
Ante todo, naturalidad
“Que no se note que llevamos maquillaje, ya que eso está muy demodé. Cuando lo pruebes, aplica un poco en la zona del mentón y compara el efecto con el tono del cuello. Así verás el color que más te favorece al rostro”.
La textura
“Esta también juega un papel fundamental en este terreno. Especialmente con la gran variedad que existe en la actualidad. Las bases menos densas son las que tienen un efecto más sencillo, mientras que las «mousses» o los maquillajes en barra tienen un efecto de mayor cobertura, por lo que siempre oscurecen más las facciones de la cara”.
La estación del año
“En cada estación del año tenemos un color de piel diferente. Ocurre, por ejemplo, en invierno, cuando tenemos la piel más blanca, o verano, cuando estamos acostumbradas a lucir bonitos bronceados. Por ello, puedes aprovechar y utilizar una base para cada una de ellas, usando tonos más claros en invierno y algo más cálidos en verano”.
Para conseguir un buen resultado lo mejor es ir a un buen producto, y la experta nos recomienda la gama de maquillaje T Le Clerc, la marca francesa de alta gama creada originariamente como un producto farmacéutico destinado a tratar problemas dermatológicos. Sus fórmulas a base de polvos iluminadores, hidratante coloreada y fondo de color ofrecen una solución para todos los tonos de piel.
¿Tienes algún producto o tratamiento que debamos probar o conocer? Contacta con info@madridmuychic.com
