By @virginiamuychic
Esta semana voy a “usurpar “ el puesto de nuestras «foodies» y gourmets experimentadas pat @madridmuychic y @monicamuychic para contaros mi planazo del viernes.
A pesar de lo que me gusta la ropa y consecuentemente que me quede bien, me ENCANTA comer, y, sobre todo, me encanta picar…. Yo soy de bar, incluso de comer de pie, porque no tengo nada de paciencia para estarme 2 horas y pico sentada en una mesa… En el tema comida, soy indecisa, y cuando leo una carta, siempre estoy entre 3 ó 4 platos y, me pida lo que me pida, siempre me quedo con ganas de haber probado más cosas… Además soy envidiosa, y cuando voy a cenar fuera, lo primero que hago es levantarme con cualquier excusa para ver los platos de las demás mesas y, según lo vea de claro, probar los que me llamen más la atención. Con todo esto queda claro que para mí el plan perfecto es irme de tapas o pinchos y cuantos más mejor!
Hace meses que planeo un viaje a San Sebastián únicamente para irme de pintxos por el barrio viejo, y por una u otra razón se me cae el viaje.. Asi que el viernes decidí organizarme mi plan de Donosti en la calle Ponzano, empezando por SALA DE DESPIECE. Había oído hablar muy bien de este sitio, ya que sus carnes, de Jiménez Barbero, o «la carne de la felicidad» son garantía de éxito total, pero una foto de su carpaccio en instagram fue la gota que colmó el vaso!
Llegamos pronto, a éso de las 9,45h, ya que no se puede reservar: estaba de bote en bote, pero la verdad es que están muy bien organizados y nos encontraron sitio enseguida. La decoración es curiosa. Haciendo alarde de su nombre, toma muchos detalles de una carnicería o sala de despiece: las paredes están forradas con las tapas de polisterol de sus proveedores, los cubiertos están colgados en ganchos de carne, y sus camareros van con batines blancos de carnicero. La carta es un folio presentado en una carpeta de pinza y viene especificado como si de una lista de carne se tratara: ingrediente, elaboración, procedencia, peso y precio.
Lo primero que nos pedimos es lo que yo considero la especialidad de la casa, “el chuletón”, que es en realidad un carpaccio presentado con sal maldon, tartufata y tomate rallado: ¡Está de muerte!
Seguimos con un tomate raf con hojas de albahaca frita, también delicioso, y un “Coco mantequilla” que era pescado blanco macerado con jengibre y leche de coco, y presentado dentro de una nuez de coco.
Acto seguido nos dirigimos al siguiente destino de nuestro mini tour gastronómico: FIDE. Un contraste total con el local anterior: clásica cervecería-marisquería de barrio y de toda la vida, sin duda más famosa por cómo tiran de bien las cañas y por la excelente relación calidad-precio que por su sentido estético… Pedimos una nécora, zamburiñas y de camarones. ¡Tengo que decir que repetiría!
Por ultimo nos dirigimos a LAMBUZO, una taberna andaluza revisitada donde os recomiendo el adobo gaditano, las croquetas de ortiguillas marinas y una estupenda mojama de Barbate.
Muy satisfechos de nuestro viaje a Chamberí y de lo bien que habíamos invertido nuestros 32€ por persona, y ya que estábamos en plan madrileños de toda la vida, decidimos ir a celébralo con unos buenos Gin Tonics a FORTUNY: el ambiente de siempre y garante para una noche triunfal.
Como conclusión, os puedo decir que repetiré: todavía me quedan muchos platos por probar y, con la amplia oferta culinaria de Ponzano, muchas opciones por incorporar! Sin olvidar nuevas incursiones en el «must» @lacontraseña, del que os hablamos hace unos días.
¿Alguien se apunta?
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