Olga Navarro
Los dueños del famoso Arzábal han decidido volver atrás y deleitarnos con el regreso de los ya casi olvidados platos combinados.
El amplio local de dos plantas, te transporta a aquellos bares de toda la vida donde se tapeaba en una gran larga barra. Abajo, el comedor tiene un toque más futurista aunque con guiños de antaño. El nombre ya da pistas: Lovnis: love+ ovnis.
Y es ese amor por los platillos de siempre lo que les hace ofrecer una carta tan sencilla como sabrosa: huevos fritos con chorizo, ensaladilla rusa, patatas bravas, albóndigas con pisto… Es decir, comida de siempre que sus dueños han sabido reinventar y convertir en comida de moda.
El gran (gigante) cubo de mantequilla con el que te obsequian nada más llegar tiene un punto original, además de rico.
Decidí probar los huevos y he de decir que no me defraudaron. Acompañados de pimientos y patatas convirtieron mi comida del sábado en algo inolvidable!!!
Algo tan simple y tan sabroso servido en los típicos platos Duralex como los que tenían mi abuela, bueno, en realidad creo que todas las abuelas y que me hicieron sentir algo de nostalgia. O esos platos servidos en bandeja de metal tan retro!
Servicio impecable y muy muy agradable. ¡De 10!, Su horario continuado de 830 a 2.00 es otro aliciente para elegir Lovnis en tu próxima salida.Y de postre, cómo no, clásicos como el limón helado, la famosa Comtessa o el archiconocido Dalky.
General Pardiñas 56
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