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Los amigos de la fusión gastronómica con toques orientales no pueden sino celebrar el nacimiento de Latasia, una de las grandes novedades de la temporada primavera-verano. Se denominan “casa de comidas” y suenan humildes, pero ofrecen un producto complejo en un local íntimo y pequeño en tamaño, pero grande en concepto y calidad culinaria.
Situada en el Paseo de la Castellana, su propuesta se basa en tres culturas gastronómicas distintas cuyo punto en común es la ilusión y el saber hacer de los hermanos Hernández, que abandonan su proyecto de La Chusquery para embarcarse en un nuevo proyecto rumbo al Perú y al sudeste asiático pero manteniendo las raíces españolas.
Una amplia cristalera da la bienvenida a una luminosa sala de colores claros que contrastan con la madera, elemento principal del restaurante. Su cocina vista une el salón con la labor de ambos hermanos al frente de Latasia. Una manera de hacer al espectador partícipe de su saber hacer en los fogones y del cuidado con el que tratan el producto.
La carta comienza con platos para compartir entre los que destacan la caballa marinada y tomate semiseco, las sorprendentes mollejas de ternera confitadas y salteadas al wok y el chili crab, que te trasporta a Singapur.
Sin duda un preámbulo de lo que será toda la cocina: cuidadas elaboraciones de producto de calidad, con texturas y sabores importados de por los hermanos Hernández en una carta diseñada con cariño. Entre sus platos estrella no podía faltar el ceviche limeño de ají amarillo el pez mantequilla al horno, marinado en miso y amontillado o el suquet Latasia. Como opciones opuestas ofrecen un interesante lagarto de ibérico, una pieza poco conocida en los fogones.
El punto dulce lo ponen los especiales postres caseros: la tarta de limón y mango, para los amantes de los sabores más ácidos o las texturas de chocolate, para aquellos que sean más golosos.
Paseo de la Castellana 115
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