CONDUMIOS: EL ENCANTO DE LO TRADICIONAL

Patricia Peyró @madridmuychic

Hace pocos días recibí la visita de alguien muy especial para mí, recién llegado del extranjero. Tras una larga estancia en Oriente Medio, todo su afán era salir a comer a un sitio bueno y español. ¿Dónde ir, pues, sino a una taberna clásica pero especial? Enseguida pensé en Condumios: una apuesta por lo tradicional, volcado en la materia prima de calidad, y ahora estrenando una carta de temporada. ¡Acierto seguro!

Aunque ya lo conocía , siempre me es muy agradable repetir. Empezando porque está en un enclave maravilloso: al lado del Retiro y cerca del Ayuntamiento de Madrid, una zona noble a más no poder por la que nos encanta pasear.

Fuimos con mucha hambre, pero nos recibió Sebastián, el propietario, y nos propuso probar algunas de las novedades de la carta. Tampoco nos tuvo que convencer demasiado, a decir verdad, ¡aunque costaba decidirse entre tanta cosa rica!

Condumios tiene dos ambientes: una parte arriba con ambiente más de «tabernita» íntima con pocas mesas, y otra abajo con más capacidad. Nosotros estuvimos en la parte de arriba y había muy buen ambiente de gente. Además tiene un punto bohemio muy atractivo y te puedes encontrar desde a un cirujano con su enfermera hasta una pareja de artistas y compositores. ¡Mola!

Aquí va nuestra crónica fotográfica:

Arrancamos con unos estupendos mejillones de la Ría de Pontevedra con escabeche casero, regados con una buena caña de Estrella de Galicia, por supuesto!

Una de las propuestas de Condumios también está en sus chacinas y patés caseros, como el que tomamos nosotros: el complemento perfecto para luego tomar una buena carne o pescado.

La consigna de Condumios es apostar por elaboraciones sencillas en las que se respeta siempre la materia prima con recetas sencillas pero exquisitas y con un punto innovador. Un ejemplo está en las croquetas, que tienen de varios tipos, pero nos encantaron especialmente las croquetas de cecina. ¡Súper originales!

Tras una ensalada con gran protagonismo de las anchoas nos decantamos por el pescado: una variación de la receta portuguesa del balao a la dorada y una buena merluza de pincho.