Patricia Peyró @madridmuychic
Recientemente tenía antojo de ir a cenar a un sitio elegante y cerca de casa, así que, en estos casos, siempre recurro a 11870, donde tenemos cuenta abierta como Madrid Muy Chic, y donde consulto la opinión de algunas personas que me dan cierta fiabilidad.
Bien es cierto que era viernes a mediodía y pretendía ir a cenar esa misma noche, así que mis opciones eran ir a típico sitio con pretensiones y caro, pero no de plena moda ni nuevo, o ir a un sitio mediocre y que por eso tiene mesa-opción no contemplada-. Así que me decanté por la primera alternativa, entre la que se encuentra Aldaba.
No es un restaurante nuevo, y de hecho data del año 1994, pero sí que tuvo una reforma importante hace alrededor de un año, con clara intención de renovarse y de convertirse en un sitio contemplado por un público que no se limitara a las comidas de negocios o a un público más «de padres».
La decoración es arquetípicamente elegante: espacios amplios y sobrados, mantelerías blancas e impolutas, vajillas combinando claros con plata… El acierto de este local moderno y funcional, que podrá mantenerse en esta descripción durante muchos años es por arte y gracia del estudio de decoración de Isabel López Vilalta, responsable de otros locales impresionantes, como Filandón o El Celler de Can Roca.
Aldaba presume de personal y puede hacerlo, ya que están muy pendientes de todo, comenzando por su atento Jefe de Sala Luis Pereira, por su sumiller Manuel Fernández, y por su chef Antonio del Álamo, que ofrece lo que describe como «una cocina tradicional abierta al mundo». El trato es impecable: además de estar atentos, realizan ellos el emplatado de las comidas compartidas, ahorrándote el engorro de hacerlo tú mismo.
Su servicio clásico y un poco serio casi no se ve en los restaurantes de nueva generación, que tienden al trato más informal y a la camaradería con el cliente. Yo personalmente me encuentro más cómoda entre las nuevas tendencias de servicio más «casual» y, no por ello, menos profesional, como ocurre en Diverxo e incluso en el mismo Noma de Copenhague, considerado en el ranking del 2014 como el mejor restaurante del mundo.
Como tip adicional y muy importante: Hay que reservar con el descuento de Club Kaviar! La misma calidad por un 30 ó 40% menos se hace notar en un sitio como éste, en el que una cena para dos sin descuento que nos salió por 150 euros. Éso sí, hay que hacerlo con un poco de tiempo…
Alberto Alcocer, 5
Madrid
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